El vendaval filosófico

En la Argentina no sobran héroes, mucho menos héroes epistemológicos. Bueno, en realidad tenemos uno. Tiene ojos claros, diecinueve doctorados honoris causa, se acaba de jubilar como Profesor Frothingham de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, y, para muchos, es el mayor filósofo argentino vivo. Mario Augusto Bunge está empeñado en retener sus títulos unos cuantos años más: con noventa septiembres sobre los hombros, su pasión, fortaleza y lucidez siguen intactos.
En marzo pasado volvió a la Argentina. En cualquier país despierto, la Facultad de Filosofía y Letras, las autoridades estudiantiles y académicas de la UBA y del Ministerio de Educación abrazarían a un intelectual con sus quilates. Pero para estas instituciones, Bunge siempre fue un avispón sobrevolando la carótida.
Sin embargo, esta vez algo cambio. Un activo núcleo de amigos le organizó una maratón de charlas en todo el país. En Rosario inauguró el ciclo lectivo de la Universidad Nacional del Litoral y dio cuatro conferencias (auspiciado por una empresa líder en máquinas herramienta); en la Facultad de Astronomía de La Plata habló sobre la matriz filosófica del progreso científico (gracias a un convenio entre la facultad de Economía de la UNLP y la Asociación Civil Barrios del Plata); en la Facultad de Derecho de la UBA dio una charla sobre socialismo y en Ciencia Exactas, otra sobre filosofía de la ciencia.
Mientras los auditorios colapsaban y los medios le suplicaban un hueco en su abigarrado tour, Bunge visitó a familiares, invitó a sus amigos a cenar en el Club del Progreso y recibió dos distinciones: una de la ciudad de Santa Fe, que lo nombró Visitante Ilustre, y otra de la Legislatura porteña, que lo declaró Personalidad Destacada “en reconocimiento a sus aportes en los campos de la cultura, la investigación científica, la educación y la democracia”. En la Legislatura agradeció cierta falta de hostilidad. “Mis canas deben dar lástima”, musitó.
Pero fue la calma antes de la tormenta. Dio cuatro reportajes que dejaron un tendal de egos golpeados, corporaciones aturdidas y gremios malheridos. La pseudociencia en general -y el psicoanálisis y las medicinas alternativas en particular- no figuraban en su agenda. Pero hacer hablar a Bunge de temas con calado popular (a pocos les interesan sus aportes a la filosofía política, la bioética o la física teórica) ayuda: siempre tiene algún titular incendiario para regalar a los editores.

VERBOTERAPIAS. Dijo al Diario Perfil que para impulsar la psicología científica en el país había que cerrar la Facultad porque “no cumple sus funciones”, despedir a los viejos profesores para evitar el mal ambiente con los nuevos, e invitar a psicólogos auténticos. “Así, en veinte años, habrá un núcleo con masa auténtica para que haya investigación en el país”. Para Bunge, reducir la psicología al psicoanálisis (doctrina que aún prevalece en esa Facultad) “es una estafa a los estudiantes y a los contribuyentes”. Acto seguido, la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) distribuyó una gacetilla titulada En defensa de la salud mental de la población. Para lograrlo no se atrevieron a sugerir un suicidio en masa. Pero, metafóricamente, celebraron un ritual parecido: los directivos de la APBA vincularon a Bunge con la promulgación de la Ley de Salud Mental Nacional, demorada en el Senado, y la reacción ante ésta de “los sectores ligados a los medicamentos”. La APBA también imaginó un complot mediático (pifió al englobar a Perfil y Radio 10, que leyó la entrevista, en un mismo grupo empresario) y relacionó las declaraciones de Bunge con la intervención fascista de Ottalagano e Ivanisevich en esa facultad y la desaparición de psicólogos y estudiantes durante la dictadura. “El argumento según el cual el psicoanálisis debe ser bueno porque fue combatido por la dictadura militar se parece a este otro: la mafia italiana debe haber sido buena porque fue combatida por Mussolini, quien no toleraba competidores”, ironiza Bunge.
El Colegio de Psicólogos de Córdoba también repudió sus dichos. No por confundir a la psicología con el psicoanálisis: Elsa Bravo, presidenta de ese Colegio, asume que ambas disciplinas son lo mismo y lo acusó de promover “la instalación definitiva de una concepción de la salud biologista y mercantilista”, cuando la vocación científica de Bunge siempre ha sido sistémica y su filosofía económica, en las antípodas del neoliberalismo. “Es una campaña sindical: defienden su derecho a cobrar por embaucar, en lugar de probar la eficacia de sus verboterapias con experimentos y estadísticas”, replica Bunge.
El último fusible en saltar fue una serie de cursos de Posgrado en Homeopatía, Medicina Ayurveda y Medicina Tradicional China y Acupuntura que iba a dictar la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). “Esto es volver a la Edad Media”, impugnó Bunge en La Voz del Interior. Gustavo Irico, decano de la Facultad, defendió a los cursos por ser “informativos”, negándoles su carácter de Posgrado. Pero en realidad lo eran, su costo oscilaba entre los 4.800 y 16.000 pesos y se realizaban en el marco de una Secretaría de Graduados a cargo de dos médicos homeópatas, Manuel Jofre y René Llabot. Las palabras de Bunge y el asombro de Mario Fernández, presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, obligaron a la UNC suspender la iniciativa. “No hay ninguna evidencia científica de que esas prácticas son efectivas”, acotó Oscar González, ministro de Salud de la Provincia.
Guillermo Alonso, jefe del Servicio de Acupuntura del Hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda, de Tucumán y formado en la Universidad de Medicina Tradicional China de Tian Jin, adonde asistió gracias a un convenio con el Conicet, celebró la polémica: “Permite discutir algo que estaba antes oculto”, dijo, seguro de que las credenciales que obtuvo para ejercer su especialidad legitiman científicamente a las agujas chinas.
¿Hace falta la indignación de una autoridad académica para investigar las ilusiones de curación que prometen las medicinas alternativas? Hubiera sido mejor que no. Por ahora Mario Bunge, nuestro joven superhéroe epistemológico, habla y desata vendavales en una universidad de digestión lenta, aferrada a dogmas y, en muchos casos, esclerosada.

Alejandro Agostinelli

Columna publicada originalmente en Newsweek Argentina Nro 195, 28/04-2010

«El vendaval filosófico» (en pdf), descargar desde aquí.

15 Respuestas a “El vendaval filosófico

  1. Miguel Angel Sánchez

    A la mayoría le es más fácil sumergirse en las creencias que asumir la búsqueda del conocimiento salvando los obstáculos que se presenten en el proceso y sobre todo, fortaleciendo las bases que fundamentan el conocimiento científico. Es más cómodo tomar atajos, irse por la cómoda senda de las creencias, esas que o necesitan ser demostradas con creer es suficiente.
    Admiro a Mario Bunge, ya desde hace tiempo, pero mas ahora en que se enfrenta a las creencias y hace esas críticas que hieren a tantos seguidores afines a la pereza mental, a los que se llevan la vida más fácil, flotando entre las creencias más que en los conocimientos ( con bases demostradas) Estoy de acurdo que es una vergüenza que universidades serias se ocupen de la Homeopatía y de otras medicinas alternativas que funcionan quitando síntomas pero no tienen ningún proceso durativo, eso sí “alivian” a otros creyentes y nada más. ¿Por qué no funcionan en los que no creen en ellas?, no será como dijo alguien por ahí a propósito de lo paranormal, que cuando hay un escéptico presente, no se da el fenómeno.
    Mis respetos para ese héroe de nuestro tiempo Mario Bunge…

  2. Considero este estupendo artículo como excelente terapia de salud mental. Las innumerables dictaduras que ha sufrido nuestro país han logrado que la violencia suplante al debate. Que se intercambien insultos en lugar de ideas. Que la maravillosa opción de disentir sin temor a represalias sea cada vez más difícil.

  3. Alejandro Turek

    Quienes se puedan sorprenden por el artículo o la cadena de situaciones acaecida en Córdoba, lo hacen desde el desconocimiento o la ceguera.
    Desde hace muchos años los pacientes (y hasta los sanos que también consultan) en Argentina sufren los embates constantes de los presentadores (y facturistas de altas sumas de dinero) de las terapias seudo curativas no probadas. Las mismas han sido y son utilizadas para todo diagnóstico.
    Prometen y prometen hasta que se da cuenta la gente del engaño. Don Mario, a esta altura un prócer que piensa por todos nosotros, una vez más les dió cátedra a los «catedráticos».
    Y Agostinelli, un especialista en estos temas, nos permitió otra vez tener la documentación concreta.

  4. Desde hace tiempo hay un caso Bunge en la Argentina, cada vez que viene dice exabruptos, insulta alegremente y se va, suponiendo que el revuelo que provocó sirve para algo. Lamentablemente no sirve para nada, excepto para escándalo mediático. Yo hace tiempo escribí algunas cosas sobre Bunge, su estilo que básicamente tiene la siguiente estrategia:

    (i) Dar una versión caricaturesca de las escuelas que no acepta.

    (ii) Suponer que los problemas teórico-filosóficos son como los problemas de decisión del color de la pintura de una pared.

    (iii) Ofrecer una diatriba fundada en el ataque ad-hominem.

    Mario Bunge no es un filosofo muy reconocido fuera de la Argentina –te invito que examines las bases de datos académicas –www.scirus.com- y recuentes la cantidad de artículos, capítulos de libros y tesis doctorales hechas sobre él, te llevarías una sorpresa. (El caso Bunge es como el caso Einstein, la gente “Cree” es un gigante, pero disciplinarmente se sabe que es uno entre más /Einstein se pasó más de 30 años tratando de atacar a la mecánica cuántica, a cuya creación contribuyó él mismo ya que le dieron el Nobel por una memoria que fue central en su desarrollo (no por la Relatividad) y algunos biógrafos dicen que simplemente no la entendió porque no era buen físico./

    Yo siempre respeté a Gregorio Klimovsky justamente porque, fue creador, jamás ofreció diatribas y en su ámbito ha sido discutido. Y ello a pesar que nunca apareció escandaloso. Gregorio fue uno de los pocos filósofos que leyó la Freud en serio, y que produjo una serie de trabajos de reconstrucción a la Popper de la teoría psicoanalítica de Freud, los editó Adip si bien no han circulado mucho. Y en ellos nunca hace diatribas, siempre reconstruye la mejor versión posible de las doctrinas que analiza y es consciente de la complejidad de las cuestiones. /Entre paréntesis , como le gustaba decir a él, yo creo que el psicoanálisis es insalvable pero estamos hablando de una cuestión de enfoques, no de contenidos/.

    Bunge parece los críticos de futbol de tablón, de esos que dicen “Son todos p…, son…”.

    Y lo más grave es que en lo que tiene razón la forma de decirlo es tan violenta, inquisitorial que hace que por defecto sus rivales aparezcan salvadas.

    • Eres obtuso.
      «Gregorio fue uno de los pocos filósofos que leyó la Freud en serio»
      Ignoras que solo los pseudofilósofos leen en serio a Freud, el cuentacuentos.

  5. Me parece interesante el criterio de AlexMir acerca de lo que él define «caso Bunge». Es evidente que disfruta con sus diatribas mediáticas y la repercusión que logra gracias a ellas. (¿Será un caso para psicólogos?)
    Su referencia a la Edad Media y a las medicinas aquí llamadas alternativas, son un dislate más.
    Me gustaría saber a qué Edad Media se refiere y qué compara de «nuestra maravillosa medicina» con la acupuntura, el tai chi y elyoga, por ejemplo, para hablar con esa soberbia propia de la ignorancia y necedad.
    Sería bueno que antes de abrir su bocaza haga un poco de meditación o consuma sus benditos productos de laboratorio.

  6. Coincido con Hector. Y quiero hacer un agregado por que es un desarrollo de occidente: la medicina energética, a partir de Wilhem Reich con la orgonomía y los avances posteriores. Orgón, Chi, Prana, Ki, Hira Ratan Manek con Sungazing (que difunde por todo el mundo, contesta todas las preguntas por mail personalmente y lo más curioso: la práctica es gratuita, el protocolo es seguro, científicos vinculados a la NASA lo han observado por que el no se alimentó de sólidos durante mucho tiempo y dejó que lo estudiaran y cada uno puede hacer lo que quiera con los fotones que obtiene del sol, todavía libre de impuestos), los nuevos estudios sobre el ADN…
    Sé que hay gente vil con un discurso espiritual que parece que dijera lo mismo que la gente que ha tenido experiencias genuinas y esto pasa en todos los ámbitos, pero luego de estudiar la consciencia durante muchos años y cuestionarme los nuevos paradigmas emergentes entiendo que hay mucha disparidad por que pareciera que hay vivencias que son indescriptibles con nuestro lenguaje.

  7. La Asociación de Psicólogos de Buenos Aires no está “en contra de Mario Bunge” sino a favor de la Salud Mental de la población
    Lunes, 26 de abril de 2010
    DECLARACIÓN
    La Asociación de Psicólogos de Buenos Aires no está “en contra de Mario Bunge” sino a favor de la Salud Mental de la población

    No estamos de acuerdo con las declaraciones de Mario Bunge, pero respetamos su opinión y su derecho a expresarla, también solicitamos tener la misma receptividad en los medios para expresar nuestra opinión.

    Nuestra postura, al realizar una Convocatoria a las Psicólogas y Psicólogos, no tuvo ni tiene la intención de “actuar contra Mario Bunge” (Responder a un ataque con otro ataque no es nuestra opinión). Consideramos que sus declaraciones, las cuales pueden calificarse de irracionalmente autoritarias, ya que propone cerrar las carreras de Psicología y “eliminar” 55000 psicólogos, proponen enfrentamientos y expresan una concepción totalitaria que ha dañado muchísimo a nuestro país. Aquellos que la vivimos, tenemos muy presente la aterradora experiencia de la intolerancia del disenso, que generó miles de muertes y desapariciones. En este sentido, Periodistas y Psicólogas/Psicólogos tenemos mucho en común, no solo por los colegas desaparecidos sino también por el motivo: el uso de la palabra y el valor de utilizarla.

    Convocamos a nuestras y nuestros colegas, nuevamente, tal como lo hicimos en su momento por nuestra ley de ejercicio profesional, pero esta vez para defender el derecho a la salud mental de nuestra población, que es atacado no sólo por un señor que desconoce la realidad de nuestro país y de los desarrollos de nuestra profesión y cuya tesis fue refutada hace años por otros epistemólogos, sino por aquellos que suponemos se escudan detrás de él.

    Algunos medios de comunicación difunden, de manera acrítica, “denuncias” altisonantes que incluyen a la totalidad de psicólogos del país y a los sitios donde reciben su formación académica, confundiendo, además, teorías y prácticas indiscriminadamente.

    La forma muchas veces hace al contenido. La de Bunge evidencia a una persona que se cree dueña de la verdad y no admite disensos. Solo la desaparición de quien tiene otro modo de ver… Es un discurso pleno de ignorancia, rencor e intolerancia. Esperamos estar equivocados en creer que estas declaraciones son la punta del iceberg. ¿Volveremos a ser nuevamente perseguidos, pero esta vez por nuestras conclusiones científicas?

    Pensamos que su aparición en estos momentos tiene el objetivo de provocar una desgastante pelea entre él, asistido por el sensacionalismo de sus declaraciones y desinformando, cuando no incluyen otras opiniones, y las y los profesionales de la Psicología argentinos.

    Esta situación no sucede porque la psicología en nuestro país es obsoleta, sino por lo contrario, por el desarrollo exponencial de dichas prácticas científicas, que se extienden a los más variados sectores de la población en formas muy diversas y creativas para brindar asistencia, asesoramiento, prevención, etc. en las áreas mas diversas de la sociedad, motivo por el cual somos un referente mundial.

    ¿Será esto lo que hace que algunos sectores ligados al negocio de la salud nos vean como sus enemigos? ¿Simplemente porque no somos expendedores de ningún producto y nuestra práctica busca que cada ser humano encuentre su propio camino y sus propias ideas, no las nuestras?

    ¿Somos un obstáculo muy molesto para estos intereses, que “debería desaparecer” (sic), o por lo menos quedar lo suficientemente desacreditado mediáticamente para neutralizar su progreso científico?

    Es alentadora la actitud del diario Perfil al hacerse eco de nuestro reclamo sobre el derecho a réplica, nos agrada que en el juego de la libertad de prensa como elemento sustancial de la democracia, sea posible responder como lo hizo el mencionado diario, reproduciendo nuestra postura en una forma razonablemente cercana a lo comunicado a los medios.

    Reconocemos nuestro error al vincularlo al grupo al que pertenecen radio 10 y C5n, quienes aún no han reparado su error, persistiendo en el mismo. Al menos no hemos recibido ninguna comunicación todavía en ese sentido. Esto nos hace suponer que el mencionado grupo no respetará el derecho a replica, esencial en el cumplimiento de la ética profesional.

    Sin embargo y en el marco de lo antedicho quisiéramos expresarle al mencionado diario que el título de la nota, no el contenido, genera un equívoco: “Psicólogos convocan a actuar contra Mario Bunge” no refleja el texto del comunicado. Convocamos a los psicólogos de la ciudad de buenos aires a defender la salud mental y a las casas de estudio en que se formaron.

    La Asociación de Psicólogos de Buenos Aires tiene un código de ética profesional y sus asociados se comprometen a cumplirlo. Tenemos un Tribunal de Ética y constituimos una asociación voluntaria, ya que, en la Ciudad ni siquiera estamos colegiados.

    Por eso el titulo de la comunicación fue “Los psicólogos en defensa de la salud mental”. Esta ha sido premisa básica de la actuación de nuestra institución desde su fundación concretada en 1962 por los primeros egresados de la carrera y estudiantes avanzados de la misma. Entendemos que nuestra posición expresa una total fidelidad a esa premisa.

    Sebastián Silvio Tchukran Carlos Alberto Saavedra
    Secretario de prensa Presidente

  8. Ay estos psi… como persona libre pensante e independiente no quiero que haya ni un desaparecido más en el mundo y que cada uno pueda expresar lo que se lo ocurra, me guste o no me guste. Por ende, voy a decir algo que tal vez no guste: me molesta mucho la victimización.
    Recién me acabo de enterar que los psicólogos no están vinculados al negocio de la salud! Ja!
    Es como decir que cuando yo trabajé en Telefe, en Cablevisión, VCC, ect… nunca estuve vinculada al negocio de los medios; Usteden me creen si yo digo que nunca estuve influenciada por una empresa, un auspiciante, un chivo…
    Y el código de ética, que tengo muy bien guardado en un PDF, es muy correcto, pero muchos se lo pasan por el orto ya que es muy dificil de probar lo que pasa en una sesión. Y más dificil es que la gente haga las denuncias pertinentes por que es inevitable que se ventilen cosas muy privadas de temas muy profundos y dolorosos del damnificado.
    Entiendo que el debate serio pasa por otro lado, se pueden poner en tela de juicio ideas, corrientes, paradigmas si se quiere desde el respeto y en esto sí coincido. Pero «carmelitas descalzas»…
    Y, lamentablemente, la dictadura contribuyó mucho a llenar los consultorios, sobre todo de psicoanalistas en los 70 y 80, por que la gente tenía miedo de hablar y se sentía protegida por el «secreto profesional». Son temas complejos.

    • Tal vez te cueste pensar que haya objetivos laboralmente hablando que no sean el negocio, pero es así, y es justamente por eso que los psicólogos estamos esperando que salga la ley 448 que justamente trata de asistencia psicológica para todos, no solo para los que pueden hacerlo en forma privada. Es sincera la vocación de muchos psicólogos, aunque es claro que como en todo, no se puede hablar generalizando. Y en cuanto al negocio, creo que se refieren al de los laboratorios , y dado que nos movemos dentro de un sistema capitalista, es claro que son muchos los interesados en que la gente no vaya al psicólogo, no analice ni reflexione sobre sus problemas ni los resuelva a partir de sus propios deseos y salga fortalecido de esa experiencia, porque eso limita la clientela de los laboratorios, y ellos quieren que todos nos mediquemos para lo que sea que nos pase, aún cuando los propios psiquiatras reconocen que poco saben sobre la incidencia que tienen las drogas que afectan el sistema nervioso.

  9. Sí creo que hay verdadera vocación en todas las disciplinas y coincido en que la necesidad del sistema de tener a la gente «arriba» hace que muchos hayamos recurrido a la medicación para poder sostener un laburo o una situación estresante sin haber podido pasar el proceso como corresponde. Y no me gusta nada.
    Pero también me ha pasado no tener guita, ir al Ameghino, escuchar muy lindos discursos y ver como muchos psi muy progres terminan llevando a sus pacientes a sus consultorios, primero, con la excusa de atenderlos mejor y no les cobran (y no me pasó sólo a mí). Luego, cuando ven que hay posibilidades de cobrar, negocian un arancel. Y si no hay posibilidades aparece al alta.
    Y sí, conozco a un psi que merece ser mecionado con nombre y apellido: Claudio Savarín. El único que me ayudó a resolver un tema serio, que puso la cara para discutir en un instituto de psicoterapias un tema relacionado conmigo, que no me retuvo cuando se solucionó el tema, que cada tanto me manda un mail sólo para saber como ando, que maneja muchas líneas y esta muy actualizado y está abierto todo lo nuevo que se presente. No es rico ni mucho menos y jamás el dinero fue un impedimento y tiene verdadera vocación de servicio por que hizo una muy buena labor en hospitales y lugares públicos cuestionando diagnósticos de gente que a nadie le interesaba por que ya no era útil, en fin…
    Y sobre los psiquiatras, a veces son necesarios y ayudan, pero me aterra que la base de sus tratamientos sea la observación de la conducta, algo muy subjetivo, y el tratamiento sea químico. Salvo que haya lesión, no hay estudio que pueda demostrar si hay disfunción de neurotransmisores o problemas químicos en el cerebro. Entonces a veces me parece que muchos pacientes se convierten en ratas de laboratorio.
    Sé que suena duro lo digo y no creo que tenga que ver con la vocación. Lo que sí, mucha gente que se dedica a la salud tiene mucha soberbia.

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  13. Bendito seas Mario Bunge que has puesto luz sobre tanta oscuridad y tanto negocio «trucho». Psicologos, Homeòpatas, alquimistas, astrologos, acupuntureros y demas chantas porque no prueban yendo a trabajar.

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